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Un día en Mistura con Virgilio Martínez

El chef de CENTRAL Restaurante reflexiona sobre la importancia de los productores en la gastronomía e invita a todos a pasear por el Gran Mercado

Un día en Mistura con Virgilio Martínez

Escribe: Karina Arancibia (@KariArancibia)

 

“La sobreexposición del cocinero y la banalización de esta profesión es algo que pasa muy seguido; y de lo que me estoy tratando de cuidar. Normalmente, no estoy en contra de nada; pero sí de eso”, dice tajantemente Virgilio. Aunque su trabajo es reconocido y ovacionado a nivel mundial, su interés principal no gira en torno a los premios, sino a revalorizar los productos y a sus productores.

El pasado domingo, Virgilio lideró la exposición “Peruanos para el Mundo : Demostración de cocina por Chefs Globales” junto a Diego Muñoz, y se quedó muy contento con los resultados. “La gente esperaba que Diego y yo habláramos de temas muy técnicos o que hiciéramos una presentación de un tipo de comida más contemporánea, pero hicimos todo lo contrario. Nos dedicamos al producto como tal. Y considero que fue una ponencia auténtica, porque le mostramos a la gente quiénes son los verdaderos protagonistas de la cocina”, explica el chef de Central.

Por otro lado, reflexionó sobre lo que tienen como tarea las nuevas generaciones de cocineros. “Las escuelas siguen lo que sucede en el mercado. Las cosas tienen que ser rápidas y eficientes. Pero lo cierto es que los procesos son difíciles, y llegar a ser un cocinero de verdad no se logra de un día para otro. Te tomas tus buenos 10 años porque hay mucha información por adquirir. Por eso, siempre le recomiendo a los jóvenes que cuando estudien cocina, traten de buscar un buen lugar donde trabajar; un cocinero, gurú o lo que sea, a quien admiren y de quien puedan adquirir conocimiento”, expresó.

Al finalizar el evento, Virgilio hizo una pausa por el Gran Mercado. “Guardé el teléfono de bastantes artesanos y, además, compré castañas de la selva, cucharas hechas con madera palo de sangre, platos, vajilla, bolsas, pan… llegué repleto a la casa”, cuenta entre risas. Sin embargo, lo que más rescata del paseo es el mismo motivo por el que invita a todos a visitar este espacio. “Lo más grato de todo fue encontrar al verdadero productor, y que pudieran compartir sus historias conmigo... Esa sensación que te da el ver cómo se emocionan al hablar de su trabajo es un regalo”, concluye.