Por: Talía Lanata
El huevo es un alimento maravilloso al ser versátil y fácil de cocinar. Es rico en vitamina A, potasio, y vitaminas del complejo B como el ácido fólico, y la biotina. El huevo es una importante fuente de proteína de muy buena calidad y excelente absorción. Contiene colina, nutriente indispensable para el desarrollo del sistema nervioso del feto y para el óptimo mantenimiento de la función cognitiva tanto en niños como en adultos.
Por muchos años al huevo se le ha tenido un poco de recelo porque se creía que contribuía a incrementar el colesterol malo. Afortunadamente hoy, eso más que un mito es una realidad, pues a pesar de su alto contenido de colesterol, su consumo no eleva el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas en personas sanas ya que aporta fosfolípidos y grasas saludables, junto a algunas vitaminas y antioxidantes que favorecen la prevención de enfermedades al corazón. Según las más recientes recomendaciones, el consumo de hasta un huevo por día no supone factor de riesgo alguno en personas sanas con una dieta variada y un estilo de vida saludable.
Pero ojo que no todos los huevos son iguales. Lo ideal es consumir huevos de corral ya que ello asegura que provengan de un ambiente natural, donde las gallinas están libres para moverse y se alimentan de insectos y plantas que le corresponden comer y no de otros alimentos balanceados impuestos. Las gallinas de corral viven bajo condiciones de menor estrés que en las jaulas apiñadas donde no se pueden desplazar con normalidad. Las gallinas al estar bajo mucho estrés provocan la disminución de las defensas en sus sistemas inmunes e incrementan la posibilidad de que contraigan infecciones por lo que deben recibir antibióticos que pasan directamente al ser humano. Además, investigaciones recientes demuestran que los huevos de gallinas de corral son más ricos en vitaminas.
