Por: Talía Lanata
El camote es más rico en nutrientes que la papa. También tiene un índice glicémico menor que el de la papa lo cual es un beneficio para los diabéticos y personas que estén buscando regular sus niveles de azúcar en sangre.
Contiene fitoesteroles y pectina, dos sustancias que ayudan a reducir el colesterol malo.
Es un tubérculo muy rico en beta-caroteno, que es el precursor de la vitamina A, indispensable para mantener un sistema inmune robusto. Antioxidante poderoso que nos protege contra el cáncer. Estudios relazados por la Universidad de Harvard demuestran una reducción del 32% de contraer cáncer de pulmón en personas que consumen una variedad de alimentos ricos en beta-carotenos.
Son ricos en vitamina B6 que ayuda a reducir los niveles de homocisteína en el cuerpo. Niveles altos de homocisetína en el cuerpo están asociados con un mayor riesgo de ateroesclerosis, e infartos.
Son una buena fuente de vitamina C, antioxidante importante para combatir los resfriados, para acelerar la cicatrización de posibles heridas, para producir colágeno lo que ayuda a mantener una piel joven, suave y elástica. Además es esencial para ayudarnos a manejar el estrés y para proteger a nuestro cuerpo de ciertas toxinas que están relacionadas a algunos tipos de cáncer.
Lo ideal es consumir el camote con un buen aceite, por ejemplo un chorro de aceite de olive extra virgen ya que el aceite ayuda a absorber el beta-caroteno que contiene el camote.
