Licue las fresas con media taza de azúcar y el jugo de limón. Hidrate la colapez con un cuarto de taza de agua fría, disuelva al calor. Entibie y añada a las fresas. Bata las claras a punto nieve con el resto de azúcar hasta obtener punto merengue. Incorpore a la preparación anterior con movimientos envolventes. Vierta en un tazón y congele hasta el momento de servir en copas.
Puede añadir lechuga, rodajas de tomate y palta aderezadas con aceite de oliva y perejil. Puestas en la base del pan, darán humedad y sabor insospechados a este sencillo sánguche.
Postre de plátanos al whisky cocinados en la parrilla, bañados con una dulce salsa de leche condensada y leche de coco.
Un original postre que realza el sabor de las fresas con el vinagre balsámico, y combina frío y calor para despertar los sentidos.
