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Seis maneras de salvar tus comidas

Seis maneras de salvar tus comidas

Para el cocinero inexperto, o para el distraído, presentamos seis formas de enmendar errores muy comunes en la cocina. Con ellos, podrás salvar o reciclar algunos de tus platos.

1 Si te pasaste de sal…

Si estás haciendo una sopa, un curry o alguna preparación líquida, prueba reemplazar los líquidos: extrae una parte del líquido de la olla y reemplázala por agua hervida, caldo sin sal o leche, de ser necesario. Si lo que se te pasó de sal fue el guiso, prueba aumentando la receta, agrégale insumos como carne y vegetales. Para neutralizar aún más el sabor, prueba picando muy finamente una coliflor e incorpórala a la preparación. Otra estrategia es remover el exceso de sal lavando algunos de los vegetales hervidos y reincorporarlos a la receta.

2 Si se te pega la pasta

Puedes intentar “despegar” la pasta que ya tienes cocida y se enfrió en la olla con un chorrito de aceite de oliva o mantequilla, o mezclándola con la salsa y dejándola cocinar por breves segundos, teniendo cuidado de que no se pase la cocción. En todo caso, también puedes ponerte creativo y usar la pasta fría y pegajosa en otra preparación como un pastel de fideos o en una fritatta, y enmendar los errores para la próxima vez.

3 Si se te quemó el guiso

En primer lugar, apaga el fuego y retira la olla, no remuevas jamás el fondo, confía en tu olfato para comprobar que está quemado y pasa la preparación a otra olla con cuidado. Corrige el sabor colocando más líquidos a la preparación para diluir los sabores. Prueba también cociendo papas hasta que estén muy suaves, desmenúzalas con la ayuda de un prensador o tenedor e incorpóralas al guiso. 

4 Si la carne te quedó dura

Si cocinaste un asado y ves que está seco y duro, piensa rápido y salva tu plato. Retira la carne del horno, córtala en rodajas finas y colócala en el fondo de una olla con caldo. Remueve, con la ayuda de un poco de agua caliente, la grasa pegada en el recipiente anterior e incorpórala a la olla para que hierva con la carne a fuego lento durante unos minutos. Deja que los jugos reduzcan, apaga el fuego y permite a la carne reposar antes de servir. También puedes deshilachar (mechar) la carne para guiso que quedó dura y usarla en sándwiches con vegetales húmedos y suaves, como la palta o la alcachofa. 

5 Si pensaste que es más fácil hacer el puré licuando la papa…

Si eres de los que piensan que licuar la papa es una buena estrategia para hacer un puré, piensa otra vez. Este error común te garantizará una masa pegajosa y aguada. Lo que debes hacer es compensar la preparación con trozos de papa que le den la consistencia adecuada. Sancocha la papa con piel en abundante agua con sal, pélala y tritúrala con un prensapapas o con la ayuda de un tenedor. Hazlo mientras la papa está caliente e incorpórala al puré anterior. Esto le concederá una textura más cercana a la deseada.

6 Si el bizcocho quedó seco

Prueba haciendo pequeños agujeros en la superficie y rocíalo con jugo de frutas o algún alcohol dulce. Cúbrelo con papel manteca y déjalo reposar por lo menos unas ocho horas. Otra opción es ponerte ‘supercreativo’ y usar tu bizcocho seco como base para hacer unos deliciosos cake pops. Estos divertidos postres se hacen desmenuzando el bizcocho y mezclándolo con algún ingrediente cremoso, puede ser queso mascarpone, manjarblanco, mermelada o una ganache de chocolate. Forma bolitas con la masa y báñalas con chocolate fundido y espolvoréalas con chips de chocolate, grageas de colores o pedacitos de galletas. Las variaciones corren por tu cuenta.

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