Por: Dr. Alessandro Lanata
Es un queso “semiduro” que se produce en el altiplano peruano. Está hecho, en su mayoría, con leche bovina pasteurizada, pasa por un tiempo de fermentación (maduración por acidificación) y tiene un PH de 5.5.
Lo bueno
El queso contiene calcio, vitaminas y minerales que aportan a la nutrición de nuestro organismo y ayudan a mantener los huesos fuertes.
Según estudios recientes, los intolerantes a la lactosa pueden comer queso en porciones moderadas sin verse afectados.
Lo malo
El queso posee, en general, grasas saturadas de cadena larga que aumentan el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos en nuestra sangre, lo que puede ocasionar problemas cardiovasculares. Esto varía según el porcentaje de grasa que contenga el queso.
Es una fuente de alimento ácida, esto suma al resto de alimentos ácidos que consumimos en nuestra dieta diaria, como las carnes y harinas. Recordemos que nuestro cuerpo tiende naturalmente a la alcalinidad, por lo que se debe consumir más alimentos alcalinos para alcanzar el balance correcto.
En general
Todos los quesos –sean estos duros o blandos– tienen una composición nutricional similar. La diferencia está en el porcentaje de grasa saturada y cantidad de sodio que cada uno posee.
Ante todo, lo ideal es usar el queso de manera moderada y balancear de manera adecuada nuestra dieta.
Una manera saludable de comer el queso paria es, por ejemplo, en una ensalada mixta con lechuga, frutos secos, y tomates cherry aliñada con aceite de oliva, vinagre balsámico y sal. Los amantes de los sabores más peruanos pueden optar por un cauche de queso con cebolla, tomate, habas, huacatay, ají panca, leche y papas.
