Escribe: María Claudia Patiño (@mcps91)

Hace veinte años, la señora Nora Castilla empezó a preparar pastel de choclo para ayudarse a pagar la educación de sus hijos. Con su gran amiga, Julia Mamani, pusieron manos a la obra para hacer algo de dinero y poder cumplir sus sueños. Fue Julia quien le transmitió los secretos para elaborar la receta, sin saber que esta, unida a las manos de Nora, daría como resultado el mejor pastel de choclo de Tacna. “El secreto del pastel es el choclo”, afirma con humildad Nora, “Este debe ser de Pachía. Además, no debe estar ni muy, verde ni muy maduro”.

Gracias a su dedicación, empuje y sazón, Nora consiguió no solo pagar la educación de sus hijos, sino, incluso, hacerse un hogar. Es por eso que, para ella, el pastel de choclo es como un hijo más. “Por estar entregada a la cocina, no he podido dedicarle mucho tiempo a mi hija. Ella me reclama porque piensa que prefiero al pastel de choclo que a ella, pero yo le digo que, gracias a él, puede estudiar y hemos podido construir nuestra casa. Todo se lo debemos al pastel de choclo. Por eso le digo que su hermano se ha encargado de educarla”.

Esta deliciosa preparación 100% natural lleva choclo, pasas, anís, canela y azúcar: tan simple como exquisito. Este año, Nora llega a la feria por tercera vez con su famoso pastel de choclo dulce y el salado con pollo, así como humitas saladas con queso, y humitas dulces. La señora Nora nos regala una sonrisa mientras afirma que seguirá preparando el pastel de choclo hasta que Dios le dé vida. Para quienes tenemos la suerte de haberlo probado, esta es una excelente noticia.