Por: Talía Lanata
Las almejas son una fuente importante de hierro. Un promedio de nueve almejas contienen alrededor de 24 miligramos de hierro, más de la recomendación diaria para mujeres. Dato importante para personas que no deseen consumir carne roja pero que necesiten incrementar sus niveles de hierro. Otros minerales que encontramos en las almejas son el fósforo, el potasio, el zinc, el selenio y el manganeso.
En las almejas se encuentra la vitamina B12, esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso. También contiene una considerable cantidad de vitamina C, antioxidante importante para mantener un sistema inmune saludable.
Son ricas en omega 3, ácido graso fundamental para mantener la salud cardiovascular que ayuda a disminuir el colesterol malo y los triglicéridos. El omega 3 es un aliado importante para el buen desarrollo y funcionamiento del cerebro. Incrementa la habilidad cognitiva y la memoria. Asímismo, ayuda a contrarrestar la depresión y otros transtornos del estado de ánimo.
Son una excelente fuente de proteína magra. Contienen alrededor de la misma cantidad de proteína y grasa que el pollo pero son más ricas en vitaminas y minerales.
Son bajas en grasa, sin embargo como todos los mariscos, las almejas contienen una cantidad moderada de colesterol. Cale resaltar que la grasa que proviene de los alimentos incrementa el colesterol en la sangre lo cual puede incrementar el riesgo a padecer de enfermedades cardiovasculares.
Las almejas también son ricas en sodio. Es importante limitar el consumo de sodio a 2,300 miligramos por día ya que éste mineral tiene la habilidad de incrementar la presión arterial.
