•Consumir snacks entre las comidas ayuda a mantener estables los niveles de azúcar de nuestro organismo.
•Es mejor preparar los snacks en casa. Una alternativa es untar palitos de zanahoria o apio en una salsa de guacamole hecha en casa, a base de palta, tomate, cebolla y limón; comer galletas integrales naturales, aceitunas, frutos secos o sándwiches que contengan verduras.
•Algunas opciones bebibles son la limonada, el jugo de maracuyá o el jugo de toronja: todas son muy nutritivas y fáciles de preparar. Al prepararlas podemos controlar la cantidad de azúcar que ingerimos o con qué endulzamos la bebida.
•Para aquellos que prefieren comprar snacks embolsados es mejor elegir productos naturales. Se puede identificar si el producto es saludable leyendo los ingredientes que contiene. Si encuentra entre los insumos palabras impronunciables, aditivos, saborizantes o excesivas cantidades de azúcar, es mejor no comprarlo. No se deje llevar únicamente por lo que figura en la parte delantera del producto.
•Puede comprar frutas, frutos secos, barritas de granola naturales o chocolate bitter.
•Para la lonchera de los niños, funcionan muy bien las frutas cortadas como manzana, piña o papaya; las nueces o almendras, o las peras deshidratadas que contienen dulces naturales. Otras opciones saludables son los sándwiches con huevo, pollo y verduras orgánicas.
•Las bioferias son un buen lugar para adquirir snacks saludables. Además, algunos supermercados venden diversos patés elaborados a base de alcachofas, pimientos u otros, que son ideales para el tentempié.